Ni gurús ni sacerdotes ni ritos. La comunidad Bahai está compuesta por personas que aseguran haber recalado en esta confesión religiosa después haber emprendido el camino de la libre investigación hacia la libertad. De su relación directa con dios, no su dios sino el dios de todos los hombres, nacen 12 principios básicos entre los que destaca la educación universal y obligatoria, un tribunal internacional de justicia, la paz universal, la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer o la abolición de los prejuicios.
Los 35 miembros de la comunidad en Asturias se reunieron ayer en Colloto para celebrar el año nuevo, porque esta fe también dispone de su propio calendario, compuesto por 19 meses de 19 días. Hoy comienza el año 164 de la nueva era Bahai, una fecha que recuerda la creación de esta fe en Irán por el profeta Baha´a´lláh. Alrededor de una mesa el medio centenar de invitados leyeron oraciones, explicaron los principios básicos de su confesión a los recién llegados, repartieron regalos y, sobre todo, disfrutaron de la fiesta.
No es la unica vez que se reúnen al año. Al final de cada mes organizan un encuentro. Al carecer de ritos su forma de relacionarse podría parecerle al profano más bien un encuentro social. La primera parte consiste en la lectura de oraciones, que sacan del centenar de publicaciones redactado por su creador. Después se ocupan de la parte administrativa, dan lectura a comunicados o dialogan sobre temas que les afectan. Concluyen con una fiesta. Luis Antonio Vega, de Langreo, explica que todo en ellos supone el equilibrio entre lo espiritual y lo material, en su proyecto de renovar y transformar la sociedad. Covadonga García, de Gijón, explica que otras religiones menoscaban lo material pero no así la comunidad Bahai, porque sus miembros comprenden que viven en un mundo donde no es posible renunciar a lo que nos rodea.
No existen bautismos ni comuniones, solo existen dos ritos establecidos: el matrimonio y el funeral. Tampoco reclaman cuotas económicas. Sobreviven con las aportaciones voluntarias de sus miembros, que siempre deben ser anónimas. Tampoco disponen de templos. En Asturias como tan solo son 35 se las apañan en salones de restaurantes, algunos locales públicos o en sus propias casas.
Vafa Massarrat, médico de familia residente en Noreña, señala que sí que tienen portavoces, que son los encargados de organizar todos los actos, como la del año nuevo que vivieron anoche. Cada comunidad elige a 9 representantes en una asamblea en la que no hay candidatos y los votos son secretos. Así funcionan en el Principado pero también zonas con muchas más seguidores. En total 6 millones de bahais difunden su fe por el mundo, aprovechando tanto la figura del buscador como las nuevas tecnologías (www.bahi.es).
Tanto Vafa como Luis Antonio y Covadonga creen que "el mundo se contraerá". No hablan de movimientos geológicos si no del acercamiento de los hombres, del entendimiento de las culturas. Por ello rezan durante sus celebraciones. Creen que es posible esa unión, porque tal y como dijo su profeta "todos somos ciudadanos del mundo". Incluso justifican la persecución a la que les someten en países como Irán: "Lo nuevo siempre da miedo, los judios lucharon contra los cristianos y ahora algunos musulmanes nos persiguen a nosotros. Por qué? Porque somos los últimos".
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Publicado no La Voz de Asturias, 21-Março, 2007
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