Heba Helmy El Cairo, 19 mar (EFE).- Tras una larga lucha con la Justicia egipcia, los bahaíes ya pueden salir del armario y tener carnés de identidad sin falsificar su religión para figurar como musulmanes, cristianos o judíos, únicos credos reconocidos por el Estado.
"Hemos pasado cinco años ante los tribunales pidiendo que nos saquen de la muerte civil en la que vivíamos por no tener ningún documento que nos identifique", dijo a Efe Rauf Hendi, médico, de credo bahaí.
Finalmente, el pasado día 16 la Corte Suprema Administrativa egipcia emitió un veredicto definitivo que permite a los miembros de la minoría bahaí tener sus documentos de identidad y certificados de nacimiento, en los que se deja vacío el apartado de la religión.
Según las leyes egipcias, en el carné de identidad de todos los ciudadanos debe aparecer la religión que profesan.
Pero el Ministerio del Interior permite a los egipcios figurar en la documentación sólo como musulmanes, cristianos o judíos, lo que automáticamente excluye a los seguidores de otras confesiones, como los bahaíes, que se ven obligados a elegir una de las tres religiones monoteístas o quedarse sin documento.
"Como rechazamos falsificar nuestra religión, tuvimos que vivir sin carnés de identidad ni certificados de nacimiento, y entonces sin enseñanza, empleo, seguro médico, cuentas bancarias, pasaportes y permisos de conducir", denunció Hendi.
Este fiel bahaí, cuyos padres y abuelos eran seguidores del mismo credo, tuvo que sacar del país a sus dos hijos gemelos, Emad y Nancy, también bahaíes, porque ningún colegio egipcio quiso aceptarles, ya que no tienen certificados de nacimiento.
Además, cientos de jóvenes bahaíes fueron expulsados de las universidades al no disponer de carnés de identidad.
Los que sí pudieron continuar su enseñanza fueron los que optaron por falsificar su religión en la documentación.
"Pero imagínate si mi hijo tiene un carné de identidad que diga que es musulmán y luego se casa con una chica que más tarde se entera de que le había mentido", dijo Hendi, para quien es "muy grave" falsificar la religión, aunque sea con permiso de las autoridades.
De hecho, su hijo mayor, que nació en 1987, tenía un certificado de nacimiento antiguo que no especificaba la fe, y cuando Hendi lo renovó, descubrió que los funcionarios le habían inscrito en el documento como musulmán.
Y es que en Egipto, cuando la gente habla de la religión sólo se menciona el islamismo y el cristianismo, y no se atreve a citar a ningún otro credo.
Se desconocen cifras sobre el número exacto de practicantes del bahaísmo que hay en Egipto, aunque sus seguidores calculan que son cerca de dos mil.
No suelen anunciar su fe en público y la practican en secreto, sobre todo después de que en 1960 fueran cerradas todas sus sedes en el país.
Se empezó a hablar de las angustias de los bahaíes con la burocracia en el 2004, cuando el Ministerio del Interior prohibió los certificados de nacimiento y los carnés de identidad para quienes no se declaren musulmanes, cristianos o judíos.
Fue entonces cuando los bahaíes, apoyados por varias organizaciones de derechos humanos, lanzaron una campaña de protestas para que su credo fuera reconocido oficialmente.
Antes de este año, los bahaíes vivían en paz, ya que sus carnés de identidad no especificaban la religión.
Ahora, con el último veredicto del tribunal -que no se puede apelar-, la "Justicia ha devuelto a los bahaíes sus derechos ante una política discriminatoria del Ministerio del Interior", según comentó a Efe Adel Ramadán, de la ONG Iniciativa Egipcia para los Derechos Individuales.
Para Ramadán, los bahaíes que más sufrieron de esta política fueron los niños a quienes se les negaron las vacunas distribuidas por el Ministerio de Sanidad, ya que no disponían de certificados de nacimiento.
El bahaísmo, que llegó a Egipto en 1903, fue fundado en el siglo XIX por Mirza Husyan Ali en Persia, como una escisión del chiísmo.
Como Ali varió algunos conceptos básicos del islamismo (igualdad entre el hombre y la mujer, escolarización obligatoria de las niñas y la anulación de la jerarquía religiosa) fue acusado de apostasía por los religiosos islámicos. EFE hh/ag/mcd
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Publicado no El Confidencial(Espanha) no dia 19-Março-2009
"Hemos pasado cinco años ante los tribunales pidiendo que nos saquen de la muerte civil en la que vivíamos por no tener ningún documento que nos identifique", dijo a Efe Rauf Hendi, médico, de credo bahaí.
Finalmente, el pasado día 16 la Corte Suprema Administrativa egipcia emitió un veredicto definitivo que permite a los miembros de la minoría bahaí tener sus documentos de identidad y certificados de nacimiento, en los que se deja vacío el apartado de la religión.
Según las leyes egipcias, en el carné de identidad de todos los ciudadanos debe aparecer la religión que profesan.
Pero el Ministerio del Interior permite a los egipcios figurar en la documentación sólo como musulmanes, cristianos o judíos, lo que automáticamente excluye a los seguidores de otras confesiones, como los bahaíes, que se ven obligados a elegir una de las tres religiones monoteístas o quedarse sin documento.
"Como rechazamos falsificar nuestra religión, tuvimos que vivir sin carnés de identidad ni certificados de nacimiento, y entonces sin enseñanza, empleo, seguro médico, cuentas bancarias, pasaportes y permisos de conducir", denunció Hendi.
Este fiel bahaí, cuyos padres y abuelos eran seguidores del mismo credo, tuvo que sacar del país a sus dos hijos gemelos, Emad y Nancy, también bahaíes, porque ningún colegio egipcio quiso aceptarles, ya que no tienen certificados de nacimiento.
Además, cientos de jóvenes bahaíes fueron expulsados de las universidades al no disponer de carnés de identidad.
Los que sí pudieron continuar su enseñanza fueron los que optaron por falsificar su religión en la documentación.
"Pero imagínate si mi hijo tiene un carné de identidad que diga que es musulmán y luego se casa con una chica que más tarde se entera de que le había mentido", dijo Hendi, para quien es "muy grave" falsificar la religión, aunque sea con permiso de las autoridades.
De hecho, su hijo mayor, que nació en 1987, tenía un certificado de nacimiento antiguo que no especificaba la fe, y cuando Hendi lo renovó, descubrió que los funcionarios le habían inscrito en el documento como musulmán.
Y es que en Egipto, cuando la gente habla de la religión sólo se menciona el islamismo y el cristianismo, y no se atreve a citar a ningún otro credo.
Se desconocen cifras sobre el número exacto de practicantes del bahaísmo que hay en Egipto, aunque sus seguidores calculan que son cerca de dos mil.
No suelen anunciar su fe en público y la practican en secreto, sobre todo después de que en 1960 fueran cerradas todas sus sedes en el país.
Se empezó a hablar de las angustias de los bahaíes con la burocracia en el 2004, cuando el Ministerio del Interior prohibió los certificados de nacimiento y los carnés de identidad para quienes no se declaren musulmanes, cristianos o judíos.
Fue entonces cuando los bahaíes, apoyados por varias organizaciones de derechos humanos, lanzaron una campaña de protestas para que su credo fuera reconocido oficialmente.
Antes de este año, los bahaíes vivían en paz, ya que sus carnés de identidad no especificaban la religión.
Ahora, con el último veredicto del tribunal -que no se puede apelar-, la "Justicia ha devuelto a los bahaíes sus derechos ante una política discriminatoria del Ministerio del Interior", según comentó a Efe Adel Ramadán, de la ONG Iniciativa Egipcia para los Derechos Individuales.
Para Ramadán, los bahaíes que más sufrieron de esta política fueron los niños a quienes se les negaron las vacunas distribuidas por el Ministerio de Sanidad, ya que no disponían de certificados de nacimiento.
El bahaísmo, que llegó a Egipto en 1903, fue fundado en el siglo XIX por Mirza Husyan Ali en Persia, como una escisión del chiísmo.
Como Ali varió algunos conceptos básicos del islamismo (igualdad entre el hombre y la mujer, escolarización obligatoria de las niñas y la anulación de la jerarquía religiosa) fue acusado de apostasía por los religiosos islámicos. EFE hh/ag/mcd
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Publicado no El Confidencial(Espanha) no dia 19-Março-2009
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